José Ortega y Gasset. Presentación de la edición digital de sus Obras completas
Vídeo de la presentación de la edición digital de las Obras completas de José Ortega y Gasset
Palabras de Javier Zamora Bonilla
28 de septiembre de 2020
Majestad.
Sra. presidente del Congreso de los Diputados.
Sra. vicepresidente del Congreso de los Diputados.
Sr. ministro de Cultura del Gobierno
de España.
Sr. presidente de la Fundación José
Ortega y Gasset - Gregorio Marañón.
Sres. patronos de la Fundación.
Autoridades.
Queridos compañeros del equipo de
investigación y edición de las Obras completas de Ortega.
Señoras y señores.
Mis primeras palabras son de
agradecimiento a su Majestad por realzar con su presencia esta presentación de
la edición digital de las Obras completas de José Ortega y Gasset.
Quiero agradecer también al ministro
de Cultura, como representante del Gobierno de España, la ayuda económica que
diversos ministerios de distintos Gobiernos nos concedieron desde 2002, primero
financiando varias becas y, después, otorgándonos cuatro proyectos de
investigación en convocatorias competitivas.
Quiero agradecer asimismo la ayuda del
Banco Santander y de Telefónica, fundamental para que la Fundación pudiera
sostener la importante inversión que se ha hecho para culminar este proyecto.
Son dos empresas que, además de ser líderes en sus respectivos sectores,
representan la mejor sensibilidad para el mecenazgo de proyectos científicos y culturales.
Al presidente de la Fundación quiero
agradecerle todo el impulso y medios que la institución dio al equipo desde el
primer momento. No puedo olvidar que esta edición se preparó siendo presidentes
Antonio Garrigues Walker y José Varela Ortega. También quiero recordar que
siempre sentimos el aliento, consejo y cariño del profesor Juan Pablo Fusi,
entonces director académico de la Fundación.
A la Editorial Taurus quiero
agradecerle su buen hacer profesional para que la calidad de la edición esté a
la altura de la bella prosa y el profundo pensamiento de Ortega.
A los herederos de José Ortega y
Gasset les agradezco las facilidades para todas las ediciones que hemos hecho
durante estos años y el impulso dado para hacer esta edición digital.
Tengo que dedicar un minuto para
agradecer el inmenso trabajo de investigación y edición de todo el equipo que
tuve el honor de coordinar. Su valía profesional puesta al servicio de este fin
ha permitido que todos los textos de Ortega estén hoy disponibles en una
edición crítica de gran calidad y rigor, que ahora se engrandece con la
presentación de esta edición digital, la cual permitirá leer los textos de
Ortega en los nuevos formatos para libros electrónicos, tabletas y teléfonos
inteligentes. Quiero citar expresamente a todos los miembros del equipo: Carmen Asenjo, Ignacio Blanco, Cristina Blas,
Enrique Cabrero, José Ramón Carriazo, Isabel Ferreiro, Iñaki Gabaráin, Patricia
Giménez, Alejandro de Haro, Felipe González, Azucena López Cobo, Juan Padilla,
Mariana Urquijo y un servidor. Más Domingo Hernández Sánchez como autor
del Índice de conceptos, onomástico y toponímico, e Iván Caja y
Ángel Pérez en la preparación de la edición digital.
Los editores intentamos que nuestra labor no fuera visible sobre el
texto de Ortega, que se presenta libre de anotaciones. Todo el trabajo de
edición se reserva para el final de cada volumen en el aparato crítico. Al
preparar la edición digital decidimos mantener este aparato crítico, que es una
fuente realmente excelente para el estudio y análisis de la obra de Ortega. Una
edición canónica que fija científicamente el texto de un autor no podía
prescindir de este aparato crítico en su versión digital. En la misma, como
novedad, todos los tomos incorporan: la Cronología del
corpus textual orteguiano, el Índice alfabético de títulos y el Índice de
materias, onomástico y toponímico, que en la impresa sólo están en el tomo X.
Recordemos que estas Obras completas ofrecen 262 textos nuevos
si las comparamos con la edición de 1983 que cuidó don Paulino Garagorri: entre
ellos hay 107 inéditos y 60 que no habían vuelto a publicarse desde su primera
edición y pasan por primera vez a las Obras completas, cuya historia se
inició, como saben, en 1932 en Espasa-Calpe, y luego impulsaron sus hijos,
sobre todo José, en 1946, al frente de la Editorial Revista de Occidente, y más
tarde Soledad, que fue capaz de reunir en esta Fundación el impresionante legado
paterno, conservarlo y convertirlo en un centro de investigación.
La edición digital de estas Obras
completas que ahora presentamos es un logro muy significativo en el mundo
de las humanidades digitales. Con ella concluye uno de
los proyectos editoriales más ambiciosos de los últimos años, de especial
importancia para la historia del pensamiento en español.
Los jóvenes, y no tan jóvenes, leen ya,
mayoritariamente, en formatos digitales, casi siempre en sus teléfonos
inteligentes que llevan consigo en todo momento. Es muy importante contar con
esta edición digital de las Obras completas de Ortega para llegar a las
nuevas generaciones. Sin ella, la obra de Ortega sería opaca a una gran parte
de la población. La edición digital también permitirá una mayor difusión entre
la gran comunidad de casi 600 millones de hispanohablantes.
La edición digital ofrece también grandes
ventajas para los investigadores, que ahora podrán moverse virtualmente por el
conjunto del corpus orteguiano y hacer búsquedas de conceptos, estructuras
gramaticales, nombres, etc., por toda la obra, y revisar de una forma mucho más
ágil las variantes entre las distintas versiones que Ortega publicó de sus
escritos. Esto permite analizar, por ejemplo, los cambios de estilo literario y
de ideas filosóficas o políticas. Será de gran ayuda para los que están
realizando tesis doctorales.
Ortega es un gran maestro, es un clásico
que simboliza el nivel alcanzado en su tiempo. Es un pensador de la crisis y
nos puede ayudar a entender la nuestra. Analizó con audacia y profundidad los
difíciles momentos del periodo de entreguerras. Dijo, en 1933, y se lo dijo a
sus alumnos, algunos de los cuales se entregaban insensatamente a los
totalitarismos que tanta tragedia trajeron: “No sabemos lo que nos pasa, y esto es precisamente lo que nos pasa, no
saber lo que nos pasa: el hombre de hoy empieza a estar desorientado con
respecto a sí mismo (...). Tal es siempre la sensación vital que se apodera del
hombre en las crisis históricas” (VI, 443), cuando lo viejo ha dejado de tener
vigencia y lo nuevo no se sabe todavía qué perfil tomará. Parece que estuviera
hablándonos ahora.
Leer a Ortega es un apasionante
itinerario por una de las filosofías más profundas del siglo XX, es un ameno
recorrido por un lenguaje lleno de metáforas y frases que nos deleitarán y nos
harán reflexionar sobre las más variadas cuestiones, es un sendero que transita
por unos ensayos que pretendieron pensar los temas más acuciantes y candentes
de su tiempo, algunos de los cuales siguen siendo los del nuestro y otros nos
permiten entender históricamente el presente en el que estamos para proyectar
un futuro que deberíamos conseguir que fuera más vividero.
Para finalizar, querría señalar que
con esta edición la Fundación cumple su “misión”, palabra tan orteguiana, cumple
uno de sus más importantes fines estatutarios: el cuidado y difusión del legado
de Ortega y Gasset que junto al de Gregorio Marañón y al de la Residencia de
Señoritas se custodian aquí, en este bello espacio hoy renovado. Servirá para
fortalecer y acrecentar la comunidad internacional de estudios orteguianos que
hemos forjado en las últimas décadas.
Pero no olvidemos que lo importante no
es el continente, sino el contenido: los textos de Ortega y Gasset.
El libro electrónico es un avance más
en el desarrollo tecnológico de la humanidad. Que los textos de Ortega se
puedan leer en este formato es un medio maravilloso para la difusión de su
pensamiento. El problema de la técnica no es el medio, sino su utilización. Heidegger
pensaba que la técnica alejaba al ser humano de su verdadera esencia. Ortega, por
el contrario, en su Meditación de la técnica, afirma que la humanización
del ser humano no se puede entender sin la técnica: el fuego controlado, la
rueda, el carro, la escritura, el libro, la sartén, la cuchara, el cuchillo, el
fusil, la pólvora, la brújula, el barco, el automóvil, el teléfono inteligente,
etc., etc., son técnicas que han permitido al ser humano avanzar en su proceso
de humanización, porque lo humano no es algo cerrado, estático, un ser substante
como buscaba la filosofía tradicional sino un ir haciéndose, un río
heraclitiano cuya esencia está en el fluir del agua, en el transcurrir de la
vida. El progreso tecnológico es, aun con carencias, magnífico, pero, como
decía Ortega, en muchos aspectos de la vida, de la sociedad, de la política seguimos
en una prehistoria moral. Para acabar con una nota optimista, diremos que
leyendo a Ortega se aprende a entender más lo humano, a la persona en su
circunstancia. Con este conocimiento podemos intentar contribuir a su mejora,
para que las nuevas tecnologías nos ayuden a la realización de un mundo en que
valores tan esenciales para Ortega como la libertad, la tolerancia, la
concordia, el diálogo, el consenso o la justicia progresen y la historia moral
de la humanidad pueda acelerarse tanto como la tecnológica.
Majestad, señoras y señores.
Gracias por su atención.
Reseñas:
https://elpais.com/cultura/2020-09-28/la-circunstancia-del-clic-alcanza-a-ortega-y-gasset.html
https://www.farodevigo.es/cultura/2020/09/28/rey-defiende-cultura-via-progreso/2346291.html
https://www.elmundo.es/cultura/2020/09/28/5f71dbb9fc6c83c8458b45e9.html
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