El pensatorio de las ideas

  Se visten de muertos Para celebrar la vida Que endulzan con caramelos Para hacer un trato O te hacen el truco. Pandillas de niños acuden en manada casa a casa Chillando y cantando. Lo terrorífico convertido en fiesta. Así es el Jalogüín vespertino, infantil y bullanguero. Luego llega la noche con sus brujas eróticas Sobre escobas que ofrecen un viaje infernal De calor y suplicios, de premios y condenas. Hay muchachos bizarros dispuestos A montar artefactos tan frágiles Porque se asume el riesgo De volar hacia el éxtasis. La muerte y la vida juegan a confundirse.

  Un bebé agarrado a su peluche Dos abuelos paseando en silencio Una madre abrazando a su hijo Un padre alzando en vuelo a la criatura Dos niños y un balón Un balón y dos niñas Dos jóvenes besándose en cada esquina Una fiesta familiar con la abuela en el centro La tarta casera hecha en el horno Un gatito aprendiendo a andar Caminar ensimismado por la calle Pensar mientras releo La victoria del Real Madrid Un natural de Morante El encuentro entre viejos amigos Un gintonic y una buena conversación El alumno que te da las gracias El recuerdo del amor pasado Que se fue porque el tiempo No nos era propicio La vivencia actual de aquel futuro Que no fue presente Un polvo enamorado para la eternidad pero carnal a tope Sin ninguna intención de cruzar Las heladas aguas de la Estigia. Esto me hace feliz. Así de simple.

  Cayó la hoja Y me anunció el otoño de mi vida. Calló la boca Y me anunció el fin de nuestra relación. Cayó el cristal Y reflejó en mil pedazos roto el corazón. Calló el amor Y empezaron los odios y las venganzas. Cayó el paraguas Y vino la tormenta a empeparme el alma Calló el silencio Y el estruendo me hizo enloquecer. Caí de hinojos Y grité a un Dios inexistente pidiendo explicaciones. Callé para escucharlo Pero no dijo nada Y de esa nada no nació el ser Sino la muerte.

  Es más fácil buscar en internet que en mi desordenada y dispersa biblioteca. Quería leer unos versos de Quevedo que dicen: "fuéramos cada instante / nueva amada y amante". Busco en internet y los encuentro. La estrofa empieza: "Halláramos aquí la blanca Aurora". Así aparece en varias páginas internautas, incluyendo las de varias universidades y el Instituto Cervantes. Me llama la atención porque pienso que lo correcto debe de ser "Halláranos...", con n, no con m, porque lo que expresa es que nos coja juntos el amanecer. Al final me levanto y busco la edición de Blecua de Poesía original completa, que me reconfirma en mi intuición. Y veo mis notas de hace más de 30 años marcando y comentando aquellos versos. El libro es de mi hermano pero me lo quedé yo porque él, por matrimonio, tenía otro ejemplar. Jaja. Tiene la curiosidad de estar anotado por los dos. Conclusión: Hay que leer a los clásicos en buenas ediciones. Pero no se queden en esto y lean esos ma...

Me costó decidirme y no me decidí. Pasó el momento y volvió la rutina. La borrachera trajo la resaca. El deseo, ahí sigue, embozado en el alma. Pero tú te marchaste para nunca volver. --- Me busco en el misterio de la vida Y sólo encuentro un fantasma de mí mismo Que deambula entre sombras de esperanzas que fueron De ilusiones perdidas en algún sucio baño de una cantina infesta Cualquier noche de farra, de borrachera y vómitos De besos anhelados pero siempre huidizos De caricias que no llegaron a tocar tu piel. De un deseo sexual que degeneró en amor.

Diálogo entre Alejandra Salinas, Gustavo Marangoni y Javier Zamora Bonilla, moderados por Roberto Aras, organizado por la Fundación Ortega y Gasset Argentina y el Centro Cultural de España en Buenos Aires. 19/10/2022 https://youtu.be/XE0GigQMvwI

Os dejo el enlace a mi intervención en el  I Congreso de Teoría Política Clásica: O tempora, o mores! La teoría política clásica como eje vertebrador del pensamiento en la actualidad. https://youtu.be/XX6x8MTAJXo

  El pescador solitario Con su caña de madera Lanza al mar sus ilusiones Y espera pacientemente Tomar la presa que ofrecen Las aguas con sus mareas.

  Cuando el alba Comienza a hacerse aurora En la Magdalena, El frescor matinal Entra por la ventana entreabierta Y vigoriza el rostro, Te despereza Con la brisa temprana. La algarabía del día por venir Resuena en mil cantos De aves que inicían su jornada Una vez más, Constantes en su rutina inmensa, En su repetir eterno del goce de la vida, Recurrentes como las olas Que mueven las mareas Y golpean contra el acantilado. ¿Tendrán en su quehacer reiterativo Una nueva ilusión, Aves y mar, como yo tengo? El sol levanta ya, 7 y 13. Pone fin a la media luz Y hace visibles las figuras Que un instante antes sólo se insinuaban. Los sueños imprecisos del alba Dejan paso a una claridad Que deslumbra y ciega en la aurora Las entrevisiones de la noche. Dos claridades diferentes: Una, de luz; la otra, de imaginaciones.

Os dejo otro poemilla de los Versos del desencanto: Me pesan los años en el cuerpo Y sobre todo en el alma Por la que han pasado vivencias Que dejaron huellas de tristeza Y de alegría, sabores de amargura Y de un dulce regozo en lo vivido. Pesa el alma tanto como el cuerpo.